2006/10/25
Recuento remucho reteharto parte I
Para futuras referencias, éste es un recuento de cómo acabé viviendo en Escandinava.
Erase una vez, hace ya algunos años, yo estaba en un chat. No digo el nombre porque no me acuerdo lo que si me acuerdo es que era un chat de IRC. No llevaba mucho tiempo usando el mentado programa y era la segunda vez que lo instalaba porque la primera vez me frustró tanto que lo desinstalé el mismo día, sin embargo en esos días estaba aburrida y pensé que era buena idea tratar otra vez. Bueno como iba escribiendo, estaba yo en ese bendito chat donde una tarde entró el que sería mi futuro marido. Habíamos ya chateado de vez en cuando pero sin mucho contenido y estando en pleno relajo alguien mencionó su foto. Yo de metiche (lo admito) dije que quería verla, al igual que otras dos que tres féminas del lugar. Nos dio el link de su foto, la cheque y..... ¿qué puedo decir? Se me caía la baba la verdad sea dicha pero mujer orgullosa que soy y viendo como el resto de las mujeres del chat expresaban con fervor que le traían ganas (aunque no con esas palabras) yo solamente alabé sus manos y es que la verdad si las tiene muy bonitas. Al parecer ninguna de las mujeres daba crédito a mis palabras porque no dejaban de mencionarme su pelo, sus ojos, sus labios y si lo había notado pero nunca me ha gustado mucho seguir la corriente así que me quede diciendo lo hermosas que eran sus manos. Claro que el mencionar sus manos dejó una clara impresión en la mente de mi bien-amado porque hoy en día menciona ese incidente bastante seguido y en broma siempre me pregunta si me siguen gustando sus manos.
Claus (no Santa sino mi marido) y yo seguimos platicando cada que nos veíamos sin hacer mayor mención a su apariencia hasta que una aciaga tarde el parecía medio desinfladon. Aproveché éste estado de ánimo como una escusa para mandarle un IM que para los que no son versados en esto de chatear significa que le mandé un mensaje privado fuera de nuestro chat usual. Platicamos un rato mientras yo trataba de animarlo, en eso dijo la que digamos fue la frase de la muerte súbita ya que el mencionó a su novia con la que estaba viviendo desde hacía ya varios años. Admito que nunca tomé ninguna de nuestras conversaciones con romanticismo ya que la distancia de México a Dinamarca es considerable pero aún así sentí el cortón aunque no era esa la intención de tan buen muchacho.
No quiero hacer esto muy largo así que aquí lo corto, la trama se complica en el siguiente recuento.

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