Pior que el infierno, pior que el gobierno

2006/10/25

Recuento remucho reteharto parte II

En el segundo acto entra un sueco....

No, no es ni cuento ni chiste. Estaba yo en el chat de siempre cuando entró a mi radar un sueco. Lo llamaremos “El Sueco” para no mencionar el nombre del culpable de todas mis angustias, de todos mis quebrantooooos o simplemente para respetar su privacidá. El Sueco era un desmadre y como buen desmadre no respetaba las reglas, hacia un montonal de relajo y tomaba como cosaco. Él era el malo de la película por así decirse y todos me decían que era malo, malo y mal averiguado pero a mi en esas épocas me gustaban malos, malos y mal averiguados. El Sueco y yo comenzamos a platicar largo y tendido por varios días y en un dos por tres resultó que nos amábamos tierna y profundamente y que iba a ir a visitarme a México. Yo estaba en las nubes, si es que no era malo conmigo, era un cabrón con todos los demás pero a mi me quería y sería incapaz de lastimarme y toda la sarta de estupideces que este dialogo interior conlleva.

Mientras tanto Claus no era muy feliz ni con la novia ni con El Sueco. El y su ahora ex la cuál yo pensaba que tenía que verse como modelo pero cuando vi su foto me sorprendió ver que era una mera mortal tenían una relación abierta debido a no se que speech que me dio Claus en ese entonces. Que dos personas se pueden amar mucho pero no se completan en todos los aspectos, que el no es un hombre celoso, que la mano que meció la cuna. Por cierto, que buenos somos los humanos para hacernos puñetas mentales, ¿no creen? Pero estaba cada loco con su tema cuando en un Octubre El Sueco llegó a México. Estuvo de visita un mes y en todo ese mes peleamos bastante aunque no más que en línea porque ahí el pleito era diario di harina. Cuando llegó el día de su regreso a Suecia lloré simplemente de la depre que me dio el no sentir nada cuando se fue. Es como si se fuera un completo extraño y no supe cómo reaccionar mas que chillando. Claro, casi todos creyeron que lloré porque se iba el amor de mi vida. Todos con excepción de mi madre que sabe cómo leer mis estados de animo como si fuera yo un libro abierto. Admito que muchos creyeron que era el amor de mi vida porque casi me caso con él cuando fue a México. Un día no sé qué nos picó que acabamos en el registro civil pero afortunadamente no teníamos todos los papeles y era un pleito conseguirlos en ese momento. Ah locuras de juventud, de menos déjenme pensar que era eso y no otra cosa.

El Sueco me contactó en cuanto regresó a Suecia y todo regresó a su cause normal. El cause normal era que cada vez hablara menos con Claus porque El Sueco le tenía unos celos de aquellos que hacían época y a Claus el niño no le hacía ninguna gracia. Aunque no tomara uno en cuenta la vieja rencilla que hay entre Daneses y Suecos la verdad es que el par eran como el agua y el aceite y yo solamente quería evitar más peleas con El Sueco porque una vez al día era suficiente. Pero aún así se complicaron más las cosas. Como se dice en inglés “Oh what a tangled web we weave”.

link | Talia posted at 12:51 p.m. |

2 Comments:

maga commented at 10:20 p.m.~: Hola!!

Oye así que también fue por internet, mi relación tambien :D
Se lee interesante lo que platicas, :O)
Estaré al pendiente de tus letras, y por supuesto cuando ya estés por acá. Pero si vienes antes de esa fecha avísame para conocernos o tomar un café, que se yo!

sale?

abrazos

y gracias por el enlace y la flor de mi gusto musical, tengo la pequeña idea que andamos por el mismo rumbo...:D
Talia commented at 11:17 a.m.~: Yo tengo la misma idea!
Que bueno que te esté gustando lo que platico y claro que cuando este por alla te aviso. Vamos a ir a Malmö por ahi del veintitantos de Noviembre pero no se bien a bien cuando.

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